Al igual que sucede con la elección de la casa, para escoger una oficina ideal, son necesarios ciertos datos
concretos para trabajar sobre ellos, sin embargo hay consejos básicos que se pueden aplicar en general.
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Al ubicar tu escritorio siempre busca, que al sentarte tengas a tu espalda una pared completa, (sin
huecos).
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Cuelga una “montaña detrás de ti: Coloca este elemento en forma de fotografía o
cuadro, en la pared situada a tu espalda.
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No dejes que tus carpetas te bloqueen: Nunca dejes que se amontonen las carpetas en la
mesa delante de ti. Si normalmente la tienes abarrotada con pilas de carpetas, colócalas a ambos lados para así despejar la parte central.
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Reduce el desorden para fomentar la armonía: No permitas que tu lugar de trabajo esté
desordenado o sucio.
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Evita tener plantas de hojas afiladas o puntiagudas: Siempre elige plantas de hojas
redondas o, mejor aún, de hojas redondeadas y carnosas puesto que resultan especialmente propicias. Vigila que tus plantas no se debiliten ni les entre plaga. Si esto pasa, bótalas y
sustitúyelas con plantas nuevas.
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Evita el mobiliario de cristal: Opta por la madera maciza, sobre todo si es una madera
dura.
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Elige sillas con respaldo y brazos sólidos.
Los rótulos de cualquier empresa, desde grandes grupos hasta comercios detallistas, deben colgarse en un
lugar que sea más elevado que la puerta.
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Trabaja con música: Los sonidos agradables infunden en el entorno circundante una suave energía que
fluye y crea armonía.